Protección frente al sol cada día

sol

El verano ya lo tenemos realmente cerca y todos notamos como el sol mejora nuestro estado de ánimo y su luz, sin duda, nos proporciona beneficios, como puede ser la absorción de la vitamina D.

Aún así hemos de ser muy conscientes de que su efecto directo en nuestra piel puede ser altamente perjudicial si no tomamos las precauciones adecuadas.

Las enfermedades y alteraciones de la piel debidas a las radiaciones solares son muy conocidas.

El daño solar es uno de los factores que produce mayor envejecimiento cutáneo al mismo tiempo que puede desembocar en cáncer de piel.

A pesar de esto lo que todavía no sabe mucha gente es que el sol no solo lo tomamos cuando vamos a la playa, durante el verano o en vacaciones.

Su acción nos llega, a las partes descubiertas de nuestro cuerpo, cada día al salir a la calle incluso en días nublados.

También se habla cada vez más de que los rayos del sol no son los únicos que con su efecto nos puede perjudicar.

Hay estudios científicos que demuestran los perjudiciales efectos que la luz azul que desprenden los dispositivos móviles, las tablets, ordenadores, etc.. destacándola también como factor de envejecimiento prematuro de nuestro rostro, llegando incluso a provocar manchas.

El sol y la luz azul nos afectan durante todo el año, aunque no lo creamos, con distinta intensidad, sobretodo en las partes de nuestro cuerpo que tienen una alta sensibilidad y carecen de la protección que nos ofrece la ropa, como son el rostro, las manos o los brazos.

Dermatólogos y especialistas han realizado valiosas aportaciones en relación a las consecuencias sobre el aspecto externo de la piel, debido a la exposición continua de estas radiaciones.

Y ha habido un consenso en nombrar a este tipo de efectos nocivos foto envejecimiento.

La principal consecuencia de este foto envejecimiento es que los tejidos conectivos de la piel pierden efectividad, reduciendo el grado de tersura y elasticidad de forma considerable.

Asimismo se pierde densidad en la dermis del rostro por lo que hay más predisposición a que aparezcan arrugas profundas.

También pueden aparecer venitas de un color rojo coral en las mejillas, nariz y orejas y, siendo aún jóvenes, pueden salirnos manchas de color marrón clarito, o blancas, con diferentes tamaños y formas en las zonas descubiertas de nuestro cuerpo.

Causando todos estos factores, un notable envejecimiento prematuro del rostro y provocando la pérdida de la luminosidad y la uniformidad, característica de la piel sana y cuidada.

sol

Hasta ahora tan solo te he hablado del efecto estético sin embargo el efecto más peligroso que puede ocasionar la acción de los rayos solares es el cáncer de piel, uno de los más peligrosos.

La buena noticia es que tenemos la forma de prevenir esta afectación creando un hábito de precaución y consciencia, durante todo el año, de la necesidad de auto exploración y del uso de protección solar completa frente a los rayos Ultravioleta de todos los tipos (UVA, UVB y luz Azul).

Aunque estas siglas nos son familiares puede que no sepamos exactamente que nos están indicando. Los rayos Ultravioleta (UV) llegan a la tierra de tres formas diferentes.

Mientras los rayos UVC quedan bloqueados en la capa de ozono, los UVA y los UVB sí llegan a nosotros y son los que broncean nuestra piel, pero también los que nos afectan negativamente en todos los sentidos.

En relación a la luz azul, no hay duda que su efecto nos perjudica prácticamente a todos si tenemos en cuenta que estamos frente a pantallas una media de unas 5 horas diarias.

Tras esta breve pero directa explicación de los daños y la necesidad de prevención, no queda duda de la importancia de incorporar la protección solar en nuestra rutina diaria, salgamos o no de casa, para cuidar y mantener la salud y para evitar el envejecimiento prematuro de nuestra piel.

Te recomiendo especialmente por su excelente formulación, que cuida cada detalle, la novedosa protección Sunright de Nu Skin. Estarás protegida frente al sol.

sol

Esta gamma de protectores va más allá de la simple protección, nutriendo la piel con una fórmula resistente al agua que, sin ser grasienta, ofrece una alta protección UVA/UVB.

Además en su composición contiene Astaxantina (extracto de haematococcus pluvialis) que ayuda a proteger la piel frente a los agresores ambientales como la luz azul de las pantallas.

Y extracto de Physalis angulata ingrediente ideal para calmar la piel durante la exposición a los rayos UV.
Escoger un mayor grado de protección dependerá del tiempo de exposición y del tipo de piel que tengas.

Por eso, me gustaría ayudarte a escoger la protección adecuada para ti.


Cada persona tiene unas características diferentes que la hacen única.
En cuanto a la piel, los expertos han creado una clasificación que define 6 tipologías diferentes de piel:

Piel del tipo 1: Personas con la piel muy clara, generalmente con un elevado número de pecas o lunares. Pueden tener los ojos azules o claros y el cabello claro, rubio o pelirrojo. No se pueden exponer al sol sin protección porque siempre se suelen quema si no se protegen. Recomiendo a estas personas usar siempre el factor de protección máximo, 50 SFP protegiendo especialmente las zonas más sensibles.

Piel del del tipo 2: Personas con cabello rubio o castaño claro u oscuro, con la piel clara que pueden llegar a quemarse con facilidad y cuya piel tarda mucho en broncearse. También se recomienda un factor de protección alto procurando que no baje nunca del 30 SFP.

Piel del del tipo 3: Con la piel ligeramente oscura, es un poco más resistente al sol que las anteriores, aunque también se quema si su exposición al sol es prolongada. Puede adquirir un tono bronceado en verano pero debe tener precaución y utilizar un factor de protección mayor de 20.

Piel del tipo 4: Las personas con este tipo de piel tienen una base ligeramente oscura durante todo el año. Suelen tener el cabello y los ojos entre castaños y negros. Su piel se pigmenta con facilidad y aunque pueden usar un factor de protección bajo, deberán aumentarlo sí van a exponerse al sol de forma prolongada.

Piel del tipo 5: Suelen ser personas de Oriente Próximo, norte de África o Ásia. Su piel es oscura y prácticamente nunca se queman. Pueden usar un

factor de protección de menos de 10, pero sí van a estar expuestos al sol durante un tiempo prolongado deberán aumentar dicho factor a un mínimo de 30.

Piel del tipo 6: La piel negra característica de India, África o Australia, no se suele quemar y necesita unos cuidados mínimos frente al sol. Usando una crema con un factor bajo ya estará protegida.

.
sol

.

Para los 5 primeros tipos de piel además del uso de protección solar es bueno seguir una serie de recomendaciones como son:

– Aplica cada dos horas la protección.
– Usa prendas de algodón que tapen zonas sensibles en las horas de mayor afectación.
– En verano evitar exponer la piel al sol las horas de mayor radiación entre las 12 y las 16.
– Escoge un maquillaje con protección solar incluida, si quieres asegurarte que todo el año vas a estar protegida.

Me gusta personalizar cada pedido que recibo y me gustaría ayudarte a descubrir cuál es tu tipo de piel. Te ayudaré a encontrar la protección solar que mejor se adapta a tus características y necesidades.

Garantizando que el producto que elijas tenga una textura que te guste y unos componentes que no afecten a tu piel si es altamente sensible.

Si logras sentirte totalmente a gusto con tu protección podrás incorporarla, sin problemas, en tu rutina diaria y podrás así protegerte durante todo el año, especialmente en verano, del sol y la luz que tanto nos gusta pero que también nos perjudica y envejece.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *